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    Tecnología
    Los módulos fotovoltaicos están formados por un conjunto de celdas (células fotovoltaicas) que producen electricidad a partir de la luz que incide sobre ellos. Convierten directamente parte de la energía de la luz solar en electricidad. La radiación solar es captada en los paneles fotovoltaicos generando energía eléctrica (efecto fotovoltaico) en forma de corriente continua. 

    Las celdas se producen por lo general en forma cuadrangular, de un tamaño aproximado de 15cm. En un módulo policristalino típico, la mayor parte del material es silicio dopado con boro para darle una polaridad positiva (material P). Una capa delgada en el frente del módulo es dopada con fósforo para darle una polaridad negativa (material N). 

    ¿Cómo Funcionan los PANELES SOLARES ?
    La energía solar fotovoltaica consiste en la conversión directa de la radiación solar que es aprovechada para producir electricidad por medio de dispositivos electrónicos llamados células fotoeléctricas (componente electrónico que, expuesto a la luz solar, genera una tensión) que transforman parte de la luz solar en energía eléctrica. La conversión fotovoltaica se basa en el efecto fotoeléctrico, es decir, en la conversión de la energía lumínica proveniente del sol en energía eléctrica. Para llevar a cabo esta conversión se utilizan unos dispositivos denominados células solares, constituidos por materiales semiconductores en los que artificialmente se ha creado un campo eléctrico constante. El material semiconductor más utilizado es el Silicio, el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre. 
     
    Los módulos fotovoltaicos funcionan por el efecto fotoeléctrico. Cada célula fotovoltaica está compuesta de dos delgadas láminas de silicio: P y N, separadas por un semiconductor. Los fotones procedentes de la fuente luminosa inciden sobre la superficie de la capa P, y al interaccionar con el material liberan electrones de los átomos de silicio los cuales, en movimiento, atraviesan la capa del semiconductor, pero no pueden volver. La capa N adquiere una diferencia de potencial respecto a la P. Si se conectan unos conductores eléctricos a ambas capas y estos, a su vez, se unen a un dispositivo o elemento eléctrico consumidor de energía, se iniciará una corriente eléctrica continua (los electrones se mueven siempre en el mismo sentido y de los potenciales más bajos a los más altos. 
     
    Se pueden agrupar varios módulos para formar un sistema solar para uso individual o una planta completa de energía solar fotovoltaica, encargada de suministrar la tensión y corriente que se ajuste a una demanda específica; o que suministre una red de distribución eléctrica. Las celdas fotovoltaicas se fabrican principalmente con silicio, el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre.
    Sistema con Interconexión a Red
    Los sistemas fotovoltaicos interconectados a la red eléctrica son generadores de energía transformada en corriente alterna. En este tipo de instalaciones la energía generada por los paneles fotovoltaicos se inyecta directamente a la red eléctrica convencional por medio de un inversor de corriente. Los inversores para red transforman la corriente continua generada por los paneles fotovoltaicos en corriente alterna, su sistema de microprocesadores y su electrónica de potencia garantizan una curva senoidal con una mínima distorsión armónica, lo que permite la desconexión-conexión automática de la instalación fotovoltaica en caso de pérdida de tensión o frecuencia de la red. 

    Durante el día se inyecta la energía producida por medio del arreglo fotovoltaico y si se genera la misma cantidad de energía que se consume, entonces no se demanda energía de la red eléctrica convencional; sin embargo si el consumo eléctrico es mayor que la capacidad instalada en el sistema solar, la red eléctrica provee de la energía eléctrica faltante. Si la demanda es menor que la que el sistema de energía solar está generando, el excedente es inyectado a la red eléctrica convencional. Sólo se consume electricidad de la red durante la noche o periodos de baja insolación. 

    Estos sistemas son ideales para generar energía eléctrica en aplicaciones de uso residencial hasta 10 kWp; instalaciones comerciales de hasta 30 kWp; e industriales de hasta 500 kWp; por cada medidor.